viernes, 12 de diciembre de 2008

El punto de partida

I

El punto de partida

Luego de varias eternas y nerviosas 10 horas de vuelo para hacer combinación a Atlanta y con todo en mi mente en cuanto a los papeles, el pasaporte y el policía que me tendría que dejar o no pisar tierra Americana me sentía listo para enfrentar una nueva aventura, o viaje o experiencia como quieran llamarlo.

A los primeros momento de salida del Avión Delta mi nerviosismo aumentaba, recordaba todas las cosas que me decía mi padre y agente de viajes que tenia que hacer cuando llegará a destino, lo que dejo de ponerme nervioso cuando me di cuenta que toda la señalización en la terminal realmente era a prueba de tontos y que nunca fue necesario ponerse tan nervioso, aunque en una primera vez todo es posible.

Luego de pegarme unos buenos estirones y ver todo un paisaje de gringos, me dirigía a hacer la fila para mostrar mi pasaporte y mis buenas intenciones para el país en el cual tendría que estar por 3 meses y 15 días, realmente aparte del sueño (ya que nunca e podido dormir bien en un avión o dormir) y del nerviosismo de que tener que decir si me hacen hablar creo que sin duda esa se me hizo la fila más larga que tuve que hacer en toda mi vida, incluso más que la del banco de Chile un día lunes 1ero de algún mes.

Llega mi turno de pasar un una policía negra muy gorda me dice en ingles que avance, y hasta el momento todo bien, logre entender mi primera palabra en ingles hablada por una americana en estados unidos(o casi en), a pesar de que fuera una sola estupida y básica palabra me sentía lleno de esperanza y quizás me sentí más optimista a lo que vendría.

Llego a la cabina de la policía y entrego todos mi pasaporte, un tremendo hombre de color con cara muy seria le dio y le dio vueltas como una revista porno a mi pasaporte y a los papeles que llene en el avión tratando de encontrar algo que no encajara (al menos eso pensaba yo), y entonces me dice: ¿A que viene a U.S.A? (claramente en Inglés) y dentro de mi nerviosismo de “Chico nuevo” logre responder bien a esa primera pregunta, luego me pidió mi contrato de trabajo, luego de echarle una mirada me pregunto por cuanto tiempo me quedaría en el país, y realmente aunque hayas aprendido todo el ingles del mundo en clases, cuando por primera vez escuchas a un americano hablarte con su propio acento y ritmo, la cosa cambia bastante, así que me pegue mi primer “¿lo siento como dijo?” pero después de una sesión de repeticiones entendí o simplemente me guíe por el instinto básico a base de comprensiones vagas de lo que entendiese, luego ya en un tono más relajado me pregunta si soy buen cocinero, y fue en ese momento cuando me tranquilice al 100% y supe que estaba solo a un paso de entrar al país(y literalmente lo estaba ya que solo había una simple línea entre mi ser y Estados Unidos), así que pensando en lo que me preguntaba le respondí con la verdad, la cual era un no bastante rotundo, ya que solo se las grandiosas artes de los huevos fritos, duros, revueltos etc, hacer fideos algo duros y calentar cosas en el micro ondas, a lo que el policía en tono de risa me dice: ¡Como es posible! ¿y así trabajaras en un restorán?, solo atine a reírme junto con el, luego de eso dio los últimos timbres a mi pasaporte y listo podía cruzar la línea que me separaba del país.

Luego de eso tenía que recoger mi maleta, dejarla otra vez embarcada para mi próximo vuelo y esperar unos 40 minutos haciendo algo, así que después de ubicarme en lo que tenia que hacer y donde dirigirme, me dispuse a recorrer parte de la terminal, y ver todo el ambiente lleno de americanos hablando, la limpieza y respeto por todo y todos(mucho más que en Europa), de las maquinas para sacar el diario colocando una moneda, y todo un mercadeo de bienvenido a Atlanta U.S.A , me senté cerca de donde partiría mi próximo vuelo a Salt Lake City, para nuevamente llegar y tomar otro avión a mi lugar de destino, Gillette, Wyoming.


Después de todos los cambios y conexiones ya en lo que seria mi ultimo avión de ida, me quedaba una hr para hacer algo, y como no tenía mas sueño, recordé las cartas que me habían dejado mi hermana y mi prima en el bolso de mano, las leí y luego de esa primera sensación de que estas a miles de kilómetro de distancia de los tuyos, sonreí ya que todas sus palabras estaban cargadas de esperanza y amor para lo que seria mi estadía en Estados Unidos, y en menos de un rato la azafata en algo que fue un ingles más rápido que un flash de maquina fotográfica, daba indicios de que comenzaría el aterrizaje a Gillette.

1 comentario:

  1. Cuando leí esta primera entrega fue como cuando vi el piloto de algún sitcom o serie de los buenos !!
    GO CARISMA GO !!!
    <3

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